Sin saberlo un gesto tan normal como el de una sonrisa, que por cierto nada nos cuesta, puede verdaderamente cambiar para bien la jornada de cualquier persona. ¡Imagínate si sonreímos a diario! La vida entera podría ser mucho mejor.
Entonces ¿por qué resistirnos? Deja que una suave sonrisa acompañe tu rutina
desde hoy, y si necesitas razones para ponerla en práctica, acá te señalo
algunas de ellas… Después de esto, no habrá más excusas para no hacerlo.
Sonríe, porque es una de las tantas bendiciones humanas que nos son
gratuitas y naturales. Es uno de esos dones innatos que pueden verse,
incluso, en los bebes más pequeños.
Una sonrisa dice más que mil palabras. Con este suave gesto
podemos comunicar diversos sentimientos y emociones. Está la sonrisa coqueta,
tímida, fingida, genuina, divertida, romántica, interesada, avergonzada, etc.
Sonreír nos hace personas más felices. Investigaciones
británicas demuestran que este sencillo habito puede generar el mismo nivel de
estimulación cerebral que ¡2000 tabletas de chocolates! Además, está comprobado
que exteriorizar nuestros sentimientos nos llena de igual manera internamente.
Hace feliz a la gente que te rodea. Una sonrisa puede
inducir una sensación de placer, incluso si se trata tan solo de la fotografía
de alguien sonriendo.
Es inevitablemente contagiosa. Según estudios de la Universidad de Uppsala de Suecia, se ha comprobado que es imposible
resistirse al poder de una sonrisa. Nadie jamás te fruncirá el seño si te ve
sonriendo.
Sonreír te hace lucir más atractivo, facilita lazos de
cooperación y hace todo más sencillo.
Tu salud se nutre de las sonrisas. Estudios de la Universidad de Michigan afirman que las personas optimistas y que
siempre sonríen fortalecen su sistema inmunológico.
Una vida más plena, maravillosa y plena, está esperando por nosotros, solo a
la distancia de una sonrisa. ¿Empezamos desde hoy?
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