martes, 5 de julio de 2011

EL IMSOMNIO Y LOS TRASTORNOS DEL SUEÑO

Los patrones de sueño pobre pueden afectarle de muchas maneras, más notablemente dejándole cansado todo el día. Las perturbaciones del sueño también pueden provocar o empeorar la concentración deficiente, la ansiedad o la depresión. Asegúrese de hablar con su proveedor de atención de la salud, quien le ayudará a personalizar una estrategia para dormir, que pueda funcionar para usted. Las recomendaciones incorporadas a estas estrategias incluyen:

Un programa regular de sueño:
Establezca su horario de acostarse y levantarse todos los días a la misma hora, incluyendo los fines de semana.

Actividades de rutina a la hora de acostarse:
Un patrón de actividades (como por ejemplo, cepillarse los dientes, lavarse la cara, poner el reloj despertador) realizadas de la misma forma cada noche, puede ponerle de ánimo para dormir.

El entorno de su habitación:
El entorno de su habitación debe inducirle a dormir: debe ser oscuro, tranquilo y fresco. Usted sólo debe asociar su cama con el sueño: no coma, lea ni mire televisión en la cama. Los ventiladores y las máquinas de ruido blanco pueden ayudar a eliminar los ruidos molestos y las cortinas pesadas o los antifaces pueden eliminar la luz.

Ejercicio:
El ejercicio aeróbico liviano, como por ejemplo caminar o los ejercicios acuáticos, puede aumentar la energía, reducir el estrés y ayudarle a dormir. Ejercitarse temprano durante el día es lo mejor si usted está teniendo problemas para dormir. Siempre consulte a su proveedor de atención de la salud antes de empezar cualquier programa de ejercicio.

Las almohadas:
La ubicación estratégica de las almohadas (como por ejemplo, entre las rodillas o debajo de la cintura) puede ayudarle a estar más cómodo.

Evite los estimulantes y diuréticos:
Tenga cuidado de no usarlos cuando se aproxima la hora para dormir, o de no usarlos para nada: las bebidas cafeinadas como el chocolate, fumar, los supresores del apetito y los diuréticos recetados. No debería comer nada durante, por lo menos, 3 horas antes de acostarse, especialmente ninguna comida pesada.
Recuerde que es importante trabajar junto con su profesional de atención de la salud para diseñar su propia estrategia personalizada para dormir.

¡Usted sólo debe asociar su cama con el sueño: no coma, lea ni mire televisión en la cama!